
(Sept 2024). En agosto de 2024 tuvo lugar una acción judicial muy preocupante: una jueza impidió una eutanasia autorizada por la Comisión de Garantía y Evaluación (CGE) de Catalunya.
Noelia (23 años) padece una paraplejia por una lesión medular que le impide mover las piernas (en 2022, tras sufrir una agresión sexual grupal, se tiró de un 5º piso), así como un trastorno límite de la personalidad y un trastorno obsesivo compulsivo. Su petición de ayuda para morir es difícil de abordar. La vida es así, compleja, pero precisamente para personas que desean morir por un sufrimiento constante e intolerable, en un contexto de vida eutanásica, se hizo la ley. Condenarla a vivir en contra de su voluntad, es cruel.
Para impedir su muerte, su padre denunció en el juzgado que no cumple los requisitos. La jueza suplente que la juzgó dijo que ella no la veía tan mal y envió el caso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que se lo devolvió para que ella lo juzgara.
Por mucho que quieras a una persona, ni con todo tu amor, puedes solicitar la eutanasia para ella. Y si ella quiere morir y cumple los requisitos, tampoco puedes impedirla. Nadie tiene esa legitimidad, salvo ella misma. No hace falta estudiar derecho para saber esto.
Noelia (23 años) padece una paraplejia por una lesión medular que le impide mover las piernas (en 2022, tras sufrir una agresión sexual grupal, se tiró de un 5º piso), así como un trastorno límite de la personalidad y un trastorno obsesivo compulsivo. Su petición de ayuda para morir es difícil de abordar. La vida es así, compleja, pero precisamente para personas que desean morir por un sufrimiento constante e intolerable, en un contexto de vida eutanásica, se hizo la ley. Condenarla a vivir en contra de su voluntad, es cruel.
Para impedir su muerte, su padre denunció en el juzgado que no cumple los requisitos. La jueza suplente que la juzgó dijo que ella no la veía tan mal y envió el caso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que se lo devolvió para que ella lo juzgara.
Por mucho que quieras a una persona, ni con todo tu amor, puedes solicitar la eutanasia para ella. Y si ella quiere morir y cumple los requisitos, tampoco puedes impedirla. Nadie tiene esa legitimidad, salvo ella misma. No hace falta estudiar derecho para saber esto.
La vida de Noelia no ha sido fácil. De familia desestructurada, las adicciones y los problemas de salud mental de los padres la obligaron a vivir una buena parte de su infancia y adolescencia en centros de menores. En 2022 sufrió una agresión sexual múltiple y, el 4 de octubre de ese año se arrojó desde un quinto piso. Se lesionó la médula y quedó postrada en una silla de ruedas para el resto de su vida.
El 10 de abril de 2024 solicitó la eutanasia. La médica responsable y la consultora informaron que Noelia cumple los requisitos, tiene plena capacidad de hecho y está informada de su situación clínica y las alternativas de tratamiento, como los cuidados paliativos. La dupla quiso que la verificación la hiciera el pleno de la CGE, que en julio de 2024 expresó por unanimidad de sus 19 miembros que Noelia vive en un contexto eutanásico, por un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, debido a su paraplejia por lesión medular, unas secuelas “permanentes e irreversibles” que le impiden llevar una vida mínimamente satisfactoria: alteración sensitiva, dolor neuropático, incontinencia fecal, vejiga que precisa sondas cada seis horas, dependencia funcional. Por eso solicita ayuda para morir, porque para ella no existe otra forma de liberarse de ese sufrimiento. Ya en 2022 en los informes aparecía esa voluntad: "Ha predominado el deseo de solicitar la eutanasia”; “verbaliza que no quiere vivir”.
El 2 de agosto iba a morir, según su voluntad, pero todo se torció.
Unas semanas antes, unas amigas acudieron a un juzgado con una carta que habían llevado al notario, solicitando un aplazamiento de 6 meses. Este episodio es muy raro, porque Noelia le puede decir a su médica responsable que aplaza o revoca su solicitud en cualquier momento, cuando ella quiera, incluso hasta un instante antes de su muerte (el formulario que debe firmar es gratuíto y está colgado en internet). En esa ocasión, Noelia declaró ante el juez que fue un episodio de arrepentimiento transitorio, pero que deseaba morir. El forense certificó que estaba en pleno uso de sus facultades mentales.
Por su parte, el padre de Noelia recurrió al Juzgado Contencioso Administrativo nº 12 de Barcelona para impedir que se respetara la voluntad de morir de Noelia, con la excusa de que no se cumplían los requisitos de la Ley. El 1 de agosto la jueza decidió paralizar la eutanasia. Es comprensible que la jueza pidiera tiempo para estudiar la solicitud de un padre de impedir la muerte de su hija de 23 años. Pero no el resultado. De acuerdo con todas las partes, en su auto del 9 de agosto decide mantener las medidas cautelares y enviar el caso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. ¿Por qué el letrado que representa a la CGE y el fiscal, que dfiende la legalidad, no se opusieron y dejaron claro que el padre no tiene legitimidad para intervenir?
Pero es que, además, la jueza en su auto -como dijo el vicepresidente de la CGE de Catalunya-, se mete en un berenjenal que no le corresponde, porque ningún juez tiene conocimientos para afirmar si una persona se encuentra en un contexto eutanásico. Eso lo harán los profesionales.
En su auto, la jueza menciona un video que le ha mostrado el padre, en el que se la ve caminando con muletas, para poner en duda los informes que afirman que tales limitaciones van a persistir en el tiempo sin posibilidad de curación o mejoría apreciable. Esto es muy grave, porque la jueza ni siquiera ha visto a Noelia. Según su auto “fue emplazada por la administración para comparecer ante este Juzgado dejándonos esa falta de comparecencia en una absoluto silencio que no se repara con la documentación aportada junto con el expediente administrativo sobre su situación psicofísica”. ¿Qué disparate es esto? ¿Una joven parapléjica de 23 años en un contexto eutanásico emplazada? ¿Qué hace? ¿Se pide un Uber?
¿Por qué no ha ido su señoría a visitarla? Porque la voluntad de morir de Noelia, su experiencia de sufrimiento y de pérdida de dignidad, no le conmueven, ni le provocan compasión. Lo que pretende la jueza es retorcer la Ley para revocar la eutanasia, algo que solo puede hacer Noelia.
Quizás, después del circo mediático que ha montado su padre, sin ningún respeto a su voluntad y su intimidad, Noelia decida aguantarse y aplazar su eutanasia. Es su derecho, no el de su padre, ni el de una jueza. Como dijo en agosto DMD Catalunya en un comunicado publicado en El País, nadie puede solicitar la eutanasia por otra persona. Nadie puede solicitar el aplazamiento o revocarla. Ningún ser querido, familiar, amigo o ninguna autoridad puede pedir la eutanasia por ti. Y nadie tiene legitimidad para impedirla.
Decidas lo que decidas, ojalá que se respete tu voluntad. ¡Ánimo, Noelia!
Cronología del laberinto judicial contado por los medios de comunicación:
El 10 de abril de 2024 solicitó la eutanasia. La médica responsable y la consultora informaron que Noelia cumple los requisitos, tiene plena capacidad de hecho y está informada de su situación clínica y las alternativas de tratamiento, como los cuidados paliativos. La dupla quiso que la verificación la hiciera el pleno de la CGE, que en julio de 2024 expresó por unanimidad de sus 19 miembros que Noelia vive en un contexto eutanásico, por un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, debido a su paraplejia por lesión medular, unas secuelas “permanentes e irreversibles” que le impiden llevar una vida mínimamente satisfactoria: alteración sensitiva, dolor neuropático, incontinencia fecal, vejiga que precisa sondas cada seis horas, dependencia funcional. Por eso solicita ayuda para morir, porque para ella no existe otra forma de liberarse de ese sufrimiento. Ya en 2022 en los informes aparecía esa voluntad: "Ha predominado el deseo de solicitar la eutanasia”; “verbaliza que no quiere vivir”.
El 2 de agosto iba a morir, según su voluntad, pero todo se torció.
Unas semanas antes, unas amigas acudieron a un juzgado con una carta que habían llevado al notario, solicitando un aplazamiento de 6 meses. Este episodio es muy raro, porque Noelia le puede decir a su médica responsable que aplaza o revoca su solicitud en cualquier momento, cuando ella quiera, incluso hasta un instante antes de su muerte (el formulario que debe firmar es gratuíto y está colgado en internet). En esa ocasión, Noelia declaró ante el juez que fue un episodio de arrepentimiento transitorio, pero que deseaba morir. El forense certificó que estaba en pleno uso de sus facultades mentales.
Por su parte, el padre de Noelia recurrió al Juzgado Contencioso Administrativo nº 12 de Barcelona para impedir que se respetara la voluntad de morir de Noelia, con la excusa de que no se cumplían los requisitos de la Ley. El 1 de agosto la jueza decidió paralizar la eutanasia. Es comprensible que la jueza pidiera tiempo para estudiar la solicitud de un padre de impedir la muerte de su hija de 23 años. Pero no el resultado. De acuerdo con todas las partes, en su auto del 9 de agosto decide mantener las medidas cautelares y enviar el caso al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. ¿Por qué el letrado que representa a la CGE y el fiscal, que dfiende la legalidad, no se opusieron y dejaron claro que el padre no tiene legitimidad para intervenir?
Pero es que, además, la jueza en su auto -como dijo el vicepresidente de la CGE de Catalunya-, se mete en un berenjenal que no le corresponde, porque ningún juez tiene conocimientos para afirmar si una persona se encuentra en un contexto eutanásico. Eso lo harán los profesionales.
En su auto, la jueza menciona un video que le ha mostrado el padre, en el que se la ve caminando con muletas, para poner en duda los informes que afirman que tales limitaciones van a persistir en el tiempo sin posibilidad de curación o mejoría apreciable. Esto es muy grave, porque la jueza ni siquiera ha visto a Noelia. Según su auto “fue emplazada por la administración para comparecer ante este Juzgado dejándonos esa falta de comparecencia en una absoluto silencio que no se repara con la documentación aportada junto con el expediente administrativo sobre su situación psicofísica”. ¿Qué disparate es esto? ¿Una joven parapléjica de 23 años en un contexto eutanásico emplazada? ¿Qué hace? ¿Se pide un Uber?
¿Por qué no ha ido su señoría a visitarla? Porque la voluntad de morir de Noelia, su experiencia de sufrimiento y de pérdida de dignidad, no le conmueven, ni le provocan compasión. Lo que pretende la jueza es retorcer la Ley para revocar la eutanasia, algo que solo puede hacer Noelia.
Quizás, después del circo mediático que ha montado su padre, sin ningún respeto a su voluntad y su intimidad, Noelia decida aguantarse y aplazar su eutanasia. Es su derecho, no el de su padre, ni el de una jueza. Como dijo en agosto DMD Catalunya en un comunicado publicado en El País, nadie puede solicitar la eutanasia por otra persona. Nadie puede solicitar el aplazamiento o revocarla. Ningún ser querido, familiar, amigo o ninguna autoridad puede pedir la eutanasia por ti. Y nadie tiene legitimidad para impedirla.
Decidas lo que decidas, ojalá que se respete tu voluntad. ¡Ánimo, Noelia!
Cronología del laberinto judicial contado por los medios de comunicación:
- 1/8/24: Una jueza de Barcelona suspende la eutanasia de una joven a petición de su padre, representado por Abogados Cristianos (eldiario.es)
- 18/9/24: El TSJC deja al juzgado de Barcelona la decisión sobre la eutanasia a una joven impugnada por Abogados Cristianos (eldiario.es) El TSJC se inhibe (ElPais).
- 5/2/25: Wyoming: "La biblia no es la Constitución". La Sexta.
- 3/3/25: DMD: Nadie puede judicializar tu eutanasia. 4/3/25: Vista oral del juicio en el JCA.
- 17/3/25: DMD: La justicia reafirma el derecho personal a la eutanasia. Ver sentencia.
- 17/3/25. Hablamos con Nuria Terribas (CGE de Cat). CadenaSER
- 18/3/25: La madre de Noelia: "Me la están matando antes de tiempo" (Antena3). La historia tras la eutanasia de Noelia: unas religiosas, un notario y una vida tutelada (ElConfidencial).
- 22/3/25: El dolor de unos padres ante la eutanasia de su hija: "El respeto incluye acompañar, decida lo que decida". CadenaSER
- 22/3/25: Contra la eutanasia, a muerte. Eldiario.es, Javier Cavanilles.
- 8/4/25: El padre de Noelia recurre al TSJC para paralizar la eutanasia.
- 5/5/24: Intromisiones en el derecho a una muerte digna. Ctxt.es
- 8/5/25: El juzgado rechaza la eutanasia a Noelia hasta que la sentencia sea firme. La Vanguardia.
- 8/5/25: Acompañaron la eutanasia de su hija: "Era su vida y su decisión, de nadie más". CadenaSER
- 8/5/25: Noelia ha empeorado: el proceso judicial le causa “un alto grado de sufrimiento”. ElPaís
- 9/5/25: El jurista de DMD Ramón Riu denuncia el empeoramiento de salud de Noelia (efe)
- 9/5/25: Castigada a vivir contra su voluntad. Eldiario.es
- 10/5/25: Abogados blanqueados, por Ana Pardo de Vera (youtube, Público).
- 11/5/25: En la tortura perpetrada por Abogados Cristianos late el mal. Cristina Fallarás, Público.
- 17/5/25: Unos abogados muy poco cristianos, Martín Pallín, Infolibre
- 18/5/25: Mª Luisa Carcedo: “Los retrasos en los tribunales incumplen la ley de la eutanasia” ElPaís
- 17/6/25: El juez rechaza el recurso de la Generalitat, ElPais