
¿Se puede aprender a morir? No, porque la muerte es una experiencia inédita para cada persona, que ocurre una primera y única vez. Filosofar es prepararse para morir ("el hombre que enseña a los hombres a morir, al mismo tiempo debe enseñarles a vivir", decía Montaigne), leer y ver cine también ayudan a hacerse cargo, reflexionar y afrontar nuestra propia finitud.
No quiero que la nada me invada, dice la actriz Carme Elías, en el excelente documental Mientras seas tú. No quiero vivir como una ameba, no quiero estar en un sillón, sin enterarme de nada… He tenido muchos miedos, pero ahora solo me domina el miedo por la pérdida de la identidad a medida que la enfermedad avanza. Si reflexiono, me asusta cada vez más. En el documental, Carme lee su testamento vital, que escribió meses antes en su libro "Cuando ya no sea yo".
Una forma muy bella de expresar su voluntad y su concepto de dignidad, que nos recuerda al testamento poético vital que hace años escribió de Antonio Gala. Otro documental, La memoria infinita (Revista nº 91 de DMD), también nos enseña mucho. El cine es fantástico, ¡Viva el cine!
No quiero que la nada me invada, dice la actriz Carme Elías, en el excelente documental Mientras seas tú. No quiero vivir como una ameba, no quiero estar en un sillón, sin enterarme de nada… He tenido muchos miedos, pero ahora solo me domina el miedo por la pérdida de la identidad a medida que la enfermedad avanza. Si reflexiono, me asusta cada vez más. En el documental, Carme lee su testamento vital, que escribió meses antes en su libro "Cuando ya no sea yo".
Una forma muy bella de expresar su voluntad y su concepto de dignidad, que nos recuerda al testamento poético vital que hace años escribió de Antonio Gala. Otro documental, La memoria infinita (Revista nº 91 de DMD), también nos enseña mucho. El cine es fantástico, ¡Viva el cine!
Y pido una muerte digna
Cuando mis palabras se enrosquen en un idioma indescifrable, cuando mire sin ver, cuando vea sin mirar, vagabunda, ajena a lo que sucede, cuando me duerma recién vestida o me despierte recién dormida, cuando reaccione a un sonido amable o me asuste una vaguedad indescifrable, cuando mi cuerpo no responda a un estímulo aunque obediente se pliegue al sonido conocido, cuando las voces amadas no me arranquen una sonrisa o las poesías preferidas ya no rieguen mi rostro con gotas suaves como caricias, entonces, quiero una muerte digna. |
En La Memoria Infinita, el periodista, experto en memoria histórica, Augusto Góngora, no habla de muerte digna, sino de dignidad, de sus libros, de sus amigos, de la desorientación y el borrado de la personalifdad, en una obra bellísima, que rezuma amor y sensibilidad. El cine, ese medio de comunicación total, ese arte tan maravilloso, es una escuela de vida.
Otras entradas:
|
Hay muchas buenas películas sobre la muerte digna. Aquí tres listas de Filmaffinity:
Otras Webs sobre el tema:
- La muerte voluntaria en el cine (Más de 60 películas)
- Decisiones (y cuidados) al final de la vida (Otras tantas películas sobre demencia, paliativos, suicidio, afrontamiento...)
- Otras (Más de cien pelis en las que aparecen la enfermedad, los cuidados y demás.)
Otras Webs sobre el tema:
- Funeral Natural, una iniciativa interesante, con un apartado magnífico de películas y documentales, con un comentario sobre cada uno.
- Revista de Medicina y Cine