Prescribir una droga letal no es un delito contra la salud pública y es compatible con otras formas de cuidados paliativos. Esta es la sentencia de un tribunal australiano sobre la práctica de un médico al que el Colegio de Médicos de Australia había inhabilitado por facilitar pentobarbital a algunos de sus pacientes terminales (leer noticia).
El Dr. Syme dijo al tribunal que durante muchos años había atendido unas 1.700 enfermos terminales o con sufrimientos intolerables, y a unos 170 les había facilitado el Nembutal. Alrededor del 40% pusieron fin a su vida y todos ellos se beneficiaron de saber que tenían esa opción.
Dos especialistas en cuidados paliativos le respaldaron, declarando que sólo su interpretación de la ley les impidió a ellos hacer lo mismo: “prescribir Nembutal, al igual que se hace con los animales”.
El tribunal declaró que:
- Las intenciones del Dr. Syme eran coherentes con el consejo de la Asociación Médica Australiana de que todos los pacientes tienen derecho al alivio del sufrimiento, incluso aunque se pueda acortar su vida.
- Facilitar Nembutal a pacientes conscientes de su situación es análogo a la sedación terminal, donde se usa una mezcla de opioides y sedantes al final de la vida, practicada por los médicos de cuidados paliativos sin que se considere una muerte asistida o eutanasia.
- Al prometer o proporcionar el Nembutal, su intención y su objetivo primordial no era poner fin a la vida de esa persona. Si finalmente lo tomaba, de acuerdo con el principio del doble efecto, la muerte era una consecuencia secundaria del alivio de su sufrimiento.
- La muerte de un paciente que de forma racional elija terminar su vida, en lugar de soportar un sufrimiento intolerable y una muerte incierta por medio de otras opciones de cuidados paliativos, no es una muerte que pueda ser considerada como perjudicial para el paciente.
- No hay fundamento para creer de forma razonable que el Dr. Syme constituya un riesgo grave para las personas o que haya cometido un delito contra la salud pública, anulando la inhabilitación profesional.