
El informe es lamentable. Es un texto de lugares comunes (como el “principio de publicidad”) que no aporta nada. El resumen de legislación de las CCAA es caótico y se ha dejado a medias, citar la web es irrelevante, la formación es una nota de prensa, y así las 21 páginas, que denotan desgana, falta de interés y de compromiso del Ministerio. Es una pena, porque hay muchas personas trabajando muy duro en este tema.
Para colmo, los datos se acompañan de gráficos horribles y algunos no cuadran. Muchas personas se han encontrado con obstáculos inaceptables para ejercer su derecho a morir. Demasiadas, han fallecido durante la tramitación y algunas se han visto abocadas al suicidio.
La eutanasia es una nueva prestación, tanto para las personas que la solicitan, como para las que hacen gestión y para las que realizan la asistencia. Avanzamos y aprendemos sobre la marcha. Pero con estos datos en crudo, sin hacer una evaluación de la prestación, que es lo que exige la Ley, no es posible mejorar una gestión que sabemos que está siendo problemática, fundamentalmente porque algunas se dedican a meter palos en las ruedas. Esperamos mucho más del Ministerio de Sanidad. La ciudadanía lo merece.