En las 25 entrevistas realizadas no existe un acuerdo sobre la eutanasia entre los profesionales, sino más bien una coexistencia de perspectivas morales plurales.
Se identificaron 4 enfoques de la muerte asistida: Apoyo total, Apoyo condicionado, Rechazo condicionado y Rechazo total. Para unos, la eutanasia es un derecho ciudadano y, por lo tanto, una responsabilidad de los profesionales de la salud. Para otros, por razones religiosas o deontológicas, la eutanasia es un límite que no debe cruzarse (para ellos no es lo mismo permitir la muerte, que provocar la muerte). Lo más interesante es que entre las posiciones tradicionales a favor y en contra, existe una zona gris de profesionales ambivalentes, cuyos discursos pueden superponerse, con prácticas similares, cuya participación no se puede predecir de antemano. Participarían caso por caso, según el contexto y las circunstancias, o excepcionalmente, sin administrar la medicación letal.
¡A estos son a los que hay que apoyar! Reconocer el trabajo de los pioneros y respaldar a los que dudan. No es una cuestión banal, estamos hablando de consolidar un derecho humano. ¡Enhorabuena a las autoras!