Una de las actitudes que ayudan a soportar la enfermedad, el deterioro, la dependencia, el sufrimiento... es la gratitud.
Conscientes de lo que se ha perdido en el camino, todavía se es capaz de valorar lo que queda (aquello de la botella medio llena o medio vacía), cada día, cada rato... y de ser agradecido por ello, al mundo y, sobre todo, a los otros.
¿Cómo superar el obstáculo infranqueable de la muerte?
Carpe Diem, vive el momento, hoy estás aquí, aprovéchalo, vívelo, hasta que la Parca te lleve cuando tu cuerpo ya no pueda más o cuando el proceso de morir sea tan insoportable que ya no exista nada que vivir.
Algo así se expresa en este video titulado Gratitud (YOUTUBE), con bonitas imágenes, y algo así quiso decir el poeta Horacio (65 aC- 8aC), mucho antes.
Conscientes de lo que se ha perdido en el camino, todavía se es capaz de valorar lo que queda (aquello de la botella medio llena o medio vacía), cada día, cada rato... y de ser agradecido por ello, al mundo y, sobre todo, a los otros.
¿Cómo superar el obstáculo infranqueable de la muerte?
Carpe Diem, vive el momento, hoy estás aquí, aprovéchalo, vívelo, hasta que la Parca te lleve cuando tu cuerpo ya no pueda más o cuando el proceso de morir sea tan insoportable que ya no exista nada que vivir.
Algo así se expresa en este video titulado Gratitud (YOUTUBE), con bonitas imágenes, y algo así quiso decir el poeta Horacio (65 aC- 8aC), mucho antes.
Carminum I, 11 («Carpe diem»)
No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana.
No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el día de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana.