La agencia de publicidad Mercado McCann presentó hace un año el spot Eutanasia que creó para su cliente Philco (con producción de Landia y dirección de Julián Fernández).
En una preciosa metáfora, la marca invita a apiadarse de los viejos aparatos y dejarlos pasar a mejor vida. “A menudo nos encariñamos con nuestros electrodomésticos. Cuando ellos empiezan a no poder con su alma es un buen momento para demostrarles que ese cariño es sincero”. Por su parte, la empresa sostiene que la comunicación de las marcas también debe incluir una cuota de compromiso y realismo, promoviendo la reflexión.
La eutanasia de las cosas
El derecho a irse de este mundo con dignidad
A ser desconectadas, apagadas o desenchufadas por última vez
Quedarse con la imagen de las tostadas del desayuno saltando alegres
Y no con nosotros ayudándolas a levantarse
Ser misericordioso con quien alguna vez lavó tus culpas
Evitarles el oprobio de arrastrarse para recoger las migajas
Entender que a veces no hay reanimación posible
Que cuando tu voz es un aullido inaudible
Cuando tienes más arrugas que lo que estás planchando
Cuando los latidos son imperceptibles
Estás más cerca del cielo que de la tierra
Entonces es mejor programar el apagado por última vez
Dejar caer la última lágrima
Dejar escapar el último suspiro de aire
Dejar que la llama se extinga
Y dejarlas entonces a ellas y a nosotros
Descansar en paz
En una preciosa metáfora, la marca invita a apiadarse de los viejos aparatos y dejarlos pasar a mejor vida. “A menudo nos encariñamos con nuestros electrodomésticos. Cuando ellos empiezan a no poder con su alma es un buen momento para demostrarles que ese cariño es sincero”. Por su parte, la empresa sostiene que la comunicación de las marcas también debe incluir una cuota de compromiso y realismo, promoviendo la reflexión.
La eutanasia de las cosas
El derecho a irse de este mundo con dignidad
A ser desconectadas, apagadas o desenchufadas por última vez
Quedarse con la imagen de las tostadas del desayuno saltando alegres
Y no con nosotros ayudándolas a levantarse
Ser misericordioso con quien alguna vez lavó tus culpas
Evitarles el oprobio de arrastrarse para recoger las migajas
Entender que a veces no hay reanimación posible
Que cuando tu voz es un aullido inaudible
Cuando tienes más arrugas que lo que estás planchando
Cuando los latidos son imperceptibles
Estás más cerca del cielo que de la tierra
Entonces es mejor programar el apagado por última vez
Dejar caer la última lágrima
Dejar escapar el último suspiro de aire
Dejar que la llama se extinga
Y dejarlas entonces a ellas y a nosotros
Descansar en paz