Es difícil salir.
Me tapian con un muro que solamente corre hacia nunca jamás;
me eligen para morir la duración;me anudan a las venas de un organismo ciego que me exhala y me aspira sin cesar.
Y el corazón, en tanto,
¿en dónde el corazón,
el tambor de nostalgias que convoca en tinieblas a todos los relevos?
Por no hablar de este cuerpo,
de este guardián opaco que me transporta y me retiene
y me arroja consigo en una náusea desde los pies a la cabeza.
Soy mi propio rehén,
el pausado veneno del verdugo,
el pacto con la muerte.
¿Y quién ha dicho acaso que éste fuera un lugar para mí?
(Leer poema completo)
Me tapian con un muro que solamente corre hacia nunca jamás;
me eligen para morir la duración;me anudan a las venas de un organismo ciego que me exhala y me aspira sin cesar.
Y el corazón, en tanto,
¿en dónde el corazón,
el tambor de nostalgias que convoca en tinieblas a todos los relevos?
Por no hablar de este cuerpo,
de este guardián opaco que me transporta y me retiene
y me arroja consigo en una náusea desde los pies a la cabeza.
Soy mi propio rehén,
el pausado veneno del verdugo,
el pacto con la muerte.
¿Y quién ha dicho acaso que éste fuera un lugar para mí?
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