“Pero ya sabes que no debemos aferrarnos a la vida, pues la cosa no es vivir, sino vivir bien. Por esto el sabio no vivirá tanto como pueda, sino como deba; él considerará dónde tiene que vivir, con quién, y qué cosas debe realizar. Siempre piensa en la calidad, no en la cantidad de la vida; si le acontecen cosas molestas que enturbian su tranquilidad, es él quien sale de la vida sin dudar. (…) Morir más pronto o más tarde no tiene importancia; lo que sí la tiene es morir bien o mal, y es, ciertamente, morir bien huir del peligro de vivir mal”.
Lucio Anneo Séneca. Cartas morales a Licinio (Barcelona: Orbis, 1984, p. 165-66).
Lucio Anneo Séneca. Cartas morales a Licinio (Barcelona: Orbis, 1984, p. 165-66).