Frente a la estupidez de que los cuidados paliativos (CP) son el antídoto de la eutanasia o de que son opciones excluyentes o incompatibles (para los que confunden sus creencias con sus objetivos profesionales es posible que así sea), la Federación de CP de Flandes sostiene que la eutanasia y los CP van de la mano. En 2003 hicieron el documento enfrentando la eutanasia, que es clarísimo al respecto. Diez años después, se reafirman, porque los hechos les dan la razón. El Grupo de Investigación Cuidados al Final de la Vida (VUB UGent) realizó un estudio con una muestra representativa de los casi 7000 certificados de defunción de Flandes en 2013.
Se analizaron 3.751 muertes, entre las que hubo 415 solicitudes de eutanasia (6%), de las que se aprobaron 349 (4,6%). El 14% de las personas que recibieron paliativos solicitaron la eutanasia, cuya probabilidad de que se concediera no dependió de si se recibían -o no- paliativos al final de la vida.
Las personas que habían solicitado la eutanasia tenían más probabilidades de recibir cuidados paliativos (70,9%) que aquellas cuya muerte se esperaba, sin que haberla solicitado (42,5%). (Por eso el porcentaje de solicitudes es muy superior en paliativos).
En seis de cada diez muertes por eutanasia participó un equipo de cuidados paliativos (59,8%), ya fuera en el proceso de toma de decisiones y/o en la práctica de la eutanasia. Esta participación fue mayor en los hospitales (76,0%) que en el hogar (47,0%) o en los centros de atención residencial (49,5%).
Según un paliativista experto, “en contraste con la posición de la mayoría internacional sobre cuidados paliativos y eutanasia, esta alta participación es algo bueno para el paciente. Los profesionales de paliativos son, de hecho, expertos al final de la vida y están mejor preparados para evaluar los requisitos legales, especialmente el sufrimiento refractario e insoportable” (leer artículo de prensa).
Relacionado con: La voluntad de morir NO cambia con paliativos (2016)
Los cuidados paliativos no evitan la eutanasia (2017)
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Las personas que habían solicitado la eutanasia tenían más probabilidades de recibir cuidados paliativos (70,9%) que aquellas cuya muerte se esperaba, sin que haberla solicitado (42,5%). (Por eso el porcentaje de solicitudes es muy superior en paliativos).
En seis de cada diez muertes por eutanasia participó un equipo de cuidados paliativos (59,8%), ya fuera en el proceso de toma de decisiones y/o en la práctica de la eutanasia. Esta participación fue mayor en los hospitales (76,0%) que en el hogar (47,0%) o en los centros de atención residencial (49,5%).
Según un paliativista experto, “en contraste con la posición de la mayoría internacional sobre cuidados paliativos y eutanasia, esta alta participación es algo bueno para el paciente. Los profesionales de paliativos son, de hecho, expertos al final de la vida y están mejor preparados para evaluar los requisitos legales, especialmente el sufrimiento refractario e insoportable” (leer artículo de prensa).
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