(1) Parece que por fin la gente asume
la idea de un morir anticipado,
de la mano de fármacos y médicos
en caso de incurable enfermedad
crónica o terminal, o de dolencia
que incapacita de una vida autónoma,
o que voraz carcome las neuronas.
Eso que se ha llamado eutanasia.
Pero la dignidad y el buen morir
son algo más. Son la culminación
de todo cuanto uno ha sido en vida
sin traicionarse, sin humillaciones.
Morir como se vive: en libertad.
(2) ¿De quién es esta vida que uno vive?
… la muerte,
no debe quedar nunca en otras manos
ni voluntades, si ha de sernos digna.
Ya puestos a escoger la muerte propia,
que sea indolora, dulce, lúcida.
(4) Soy yo quien decide si la vida merece ser vivida más tiempo aún. Pero morir no es fácil, el cuerpo nos lo estorba de mil formas, y nada justifica darse muerte de modo atroz, macabro, truculento. Provistos del producto imprescindible y en compañía de los allegados, la muerte debe ser más llevadera. (5) ¿Por qué arrojarse al metro, o al asfalto desde la altura recia de un viaducto? … Haced legal comprar el elixir que me transporte fuera de este mundo. (6) Es hora de acabar con los tabúes. Morir es sólo el último episodio de cada trayectoria, cada vida. No es fracaso, fiasco ni derrota. (7) No cabe confundir el sufrimiento con el dolor tangible, dolor médico. Que el cuerpo no me duela no me impide penar en mis adentros o en silencio, sentir en las entrañas el vacío abismal, el hastío absoluto. | (8) … Querer morir en paz no es un fracaso. Vivir sin gana, ¿qué sentido tiene? (9) Quiero pasar el resto de mis días … acompañado por quien no me juzgue y por mis libros. … Pero quiero tener siempre a mi alcance la dulce píldora, el salvoconducto, la llave de la puerta de salida. (10) Vivir no es resistir, y así la muerte no es una rendición sino la última etapa del viaje de la vida. Pero ese morir bien, ¿dónde se aprende? Echar la vista atrás a lo vivido, examinar, pesar, reconciliarse con los conflictos, expresar afectos, decir adiós con la mirada limpia. Dejadme ir, tranquilos yo y vosotros, con generosidad y amor, con alegría. (11) Sentirnos dueños o, antes bien, coautores del manso desenlace de los días. (12) Se vivirá sin yugos, sin grilletes, sin pánico a la muerte o muerte en vida. |