
A propósito del suicidio asistido de la joven de 29 años Brittany Maynard (ver video), Fernando Soler se pregunta en su blog del Huffington Post qué habría pasado en España, es decir, qué le ocurre cada día a las personas que en este país desean decidir cuándo y cómo morir. Esta es la respuesta:
1. La tradición paternalista de nuestra práctica médica le habría impedido conocer la verdad, evitando pronunciarse en términos concretos, hablándole de cirugía, radioterapia y quimioterapia para eludir la respuesta sincera a la pregunta concreta. Habría obtenido una respuesta vaga, “eso nunca se sabe, que cada paciente es un mundo” y -lo peor de todo- lo más importante es que mantuviese una moral alta, que no tirase la toalla, que no se rindiese.... Un tipo de consejo que, como si no tuviera ya bastante, traslada a los hombros del paciente la responsabilidad del éxito o fracaso del tratamiento.
2. De nada le habría servido trasladarse a La Rioja, a Andalucía o a cualquiera otra parte de España. Al contrario que en EEUU, ninguna de nuestras 17 comunidades autónomas permite al enfermo tomar las riendas de su final.
3. Si cuando el deterioro hubiera alcanzado el máximo compatible con su idea de dignidad y hubiese solicitado una sedación terminal a sus médicos paliativistas, con toda seguridad la habrían rechazado, con el argumento de que "todavía estaba muy entera" y que lo que pedía era una eutanasia encubierta, prohibida por la ley y la ética profesional.
4. Es posible que consiguiera por Internet la dosis de Pentobarbital necesaria para poner fin a su vida, eso sí, asumiendo el riesgo de estafa y, en caso de que otra persona se lo facilitase, que ésta fuera procesada por ayuda al suicidio o incluso por un delito contra la salud pública. Lamentablemente, España no es Oregón.
Como tantas otras personas Brittany decidió morir porque amaba la vida. Así lo escribió en Facebook poco antes de dormirse, para siempre:
"Adiós a todos mis queridos amigos y familiares que amo. Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad en vista de mi enfermedad terminal, este horrible tumor cerebral que tanto me ha quitado... pero que me habría quitado mucho más". "Este mundo es un lugar hermoso, los viajes han sido mi mejor maestro, mis amigos cercanos y la gente son muy generosos. Incluso tengo un círculo de apoyo alrededor de mi cama mientras escribo". "Adiós mundo. Propaguen buenas energías. Pay it forward!"
Seguir la cadena de favores, nos pide Brittany. Eres un cielo, ¡gracias por tu testimonio!
Más información: Bryttani Maynard, la joven de 29 años que eligió morir el 1 de noviembre
2. De nada le habría servido trasladarse a La Rioja, a Andalucía o a cualquiera otra parte de España. Al contrario que en EEUU, ninguna de nuestras 17 comunidades autónomas permite al enfermo tomar las riendas de su final.
3. Si cuando el deterioro hubiera alcanzado el máximo compatible con su idea de dignidad y hubiese solicitado una sedación terminal a sus médicos paliativistas, con toda seguridad la habrían rechazado, con el argumento de que "todavía estaba muy entera" y que lo que pedía era una eutanasia encubierta, prohibida por la ley y la ética profesional.
4. Es posible que consiguiera por Internet la dosis de Pentobarbital necesaria para poner fin a su vida, eso sí, asumiendo el riesgo de estafa y, en caso de que otra persona se lo facilitase, que ésta fuera procesada por ayuda al suicidio o incluso por un delito contra la salud pública. Lamentablemente, España no es Oregón.
Como tantas otras personas Brittany decidió morir porque amaba la vida. Así lo escribió en Facebook poco antes de dormirse, para siempre:
"Adiós a todos mis queridos amigos y familiares que amo. Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad en vista de mi enfermedad terminal, este horrible tumor cerebral que tanto me ha quitado... pero que me habría quitado mucho más". "Este mundo es un lugar hermoso, los viajes han sido mi mejor maestro, mis amigos cercanos y la gente son muy generosos. Incluso tengo un círculo de apoyo alrededor de mi cama mientras escribo". "Adiós mundo. Propaguen buenas energías. Pay it forward!"
Seguir la cadena de favores, nos pide Brittany. Eres un cielo, ¡gracias por tu testimonio!
Más información: Bryttani Maynard, la joven de 29 años que eligió morir el 1 de noviembre