Para comprender por qué su situación, como dice la Ley de eutanasia, está “asociada un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable para quien lo padece” es fundamental darse cuenta de que no estamos hablando solo de la biología, del dolor o los trastornos de conducta asociados al daño irreversible de los circuitos neuronales, sino sobre todo de la biografía de la persona que solicita ayuda para morir. Su voluntad anticipada es su historia, su relato. Si queremos acompañarla, encontrarnos con su ser, deberemos conocer esa historia. Si la respetamos como ser humano, procuraremos que se cumpla su voluntad.
El libro Bioética narrativa (2020, de Tomás Domingo Moratalla y Lydia Feito) es un texto excelente para acercarse al complejo concepto del sufrimiento, que no es otro que el de la natuiraleza humana.
A continuación, se copian sólo algunas referencias a Ortega y Gasset (el resto, más adelante, quizás…).