
Fernando lo tenía todo calculado. Debido a su temor a las consecuencias legales en España, tuvo que viajar a Suiza para morir. Allí le dieron un cóctel que él mismo se tomó. Para demostrar que estaba en plenas facultades mentales aportó un informe que varios psiquiatras le negaron (así están las cosas).
En el testimonio que quiso dejar en la Televisión Pública de Asturias dejó clara su intención. Pide a los políticos que "por una vez estén pensando en los ciudadanos, que de una vez por todas admitan que no todo el mundo tiene una expectativa de vida". "No sirve el ejemplo de que 'tengo un amigo que está muy mal y tiene unas ganas de vivir tremendas'. Oiga, es que la eutanasia no es obligatoria. Que él viva, pero que nos deje a los demás morir dignamente". Al término de esta frase, con los ojos inundados de emoción, se atraganta y tose.
Leer artículo:
La Nueva España 27/9/19
La Voz de Asturias (video) 27/9/19
En el testimonio que quiso dejar en la Televisión Pública de Asturias dejó clara su intención. Pide a los políticos que "por una vez estén pensando en los ciudadanos, que de una vez por todas admitan que no todo el mundo tiene una expectativa de vida". "No sirve el ejemplo de que 'tengo un amigo que está muy mal y tiene unas ganas de vivir tremendas'. Oiga, es que la eutanasia no es obligatoria. Que él viva, pero que nos deje a los demás morir dignamente". Al término de esta frase, con los ojos inundados de emoción, se atraganta y tose.
Leer artículo:
La Nueva España 27/9/19
La Voz de Asturias (video) 27/9/19